Mercedes Núñez Targa, sobrevivir en Ravensbrück

El carretó dels gossos‘El carretó dels gossos’ (‘La carretilla de los perros’) de Mercedes Núñez fue una de mis primeras lecturas sobre la deportación de mujeres a los campos de concentración nazis y, también, una de los que más me impactaron.

Su hijo, Pablo Iglesias Núñez, hombre activo en todo lo concerniente a la deportación además de ser el delegado de la Amical de Mauthausen en Galicia, ha impartido estos días una conferencia a alumnos del liceo de Pantin, en las afueras de París.

Se ha dedicado siempre a difundir la trayectoria de su madre, Mercedes Núñez Targa (Barcelona, 1911- Vigo, 1986), secretaria del poeta Pablo Neruda durante los años de la República, militante antifascista que fue detenida y presa en España en 1939, después cayó en manos de la Gestapo y finalmente fue deportada al campo nazi de Ravensbrück Pablo Iglesias foto conferencia Francia 1(Alemania) en 1944.

Hace años me habló de ella por primera vez Neus Català, también deportada a Ravensbrück, quien, desde el final de la II Guerra Mundial, no paró jamás de hacer “visible” lo que ella denominaba la invisibilidad de las mujeres en los campos de concentración (entrevisté a Neus para “Vivos en el averno nazi” editorial Crítica).

Con el paso del tiempo Pablo ha guardado múltiples objetos y documentos de su madre: retal que cosió en la cárcel de Ventas, los certificados de pertenencia a la Resistencia francesa durante la ocupación nazi, la carta de su detención por parte de la Gestapo y su traslado al campo alemán de mujeres de Ravensbrück y así una larga lista que detalla en una interesante entrevista que publicó La voz de Galicia y se puede leer en este enlace:La Voz de Galicia Entrevista Pablo Iglesias Núñez

Sirva este espacio para recordGERMANY-RAVENSBRUCKar la figura de Mercedes Núñez, una de las más de 130 mil mujeres que cruzaron la frontera de un terror llamado Ravensbrück, el mayor campo de concentración de mujeres en territorio alemán durante la segunda guerra mundial, ubicado al noreste de la ciudad de Fürstenberg, a 90 km de Berlín.

Biografía facilitada por Pablo Iglesias Núñez y Ana Bonet Solé.

Mercedes Núñez Targa nace en Barcelona el 16 de enero de 1911 en el número 5 de la calle Santa Ana, en el seno de una familia acomodada. Su madre, Ángela Targa Guitart, era catalana e hija de un chocolatero, el cual tenía su negocio en la Rambla de Canaletas. Su padre, José Núñez Otero, natural de Bergondo en Galicia, se había establecido en Barcelona, abriendo una joyería en la Rambla de las Flores, número 8. José pertenece a la Junta Directiva del Centro Gallego de Barcelona donde Mercedes participa en algunas actividades: canta en el Orfeón, asiste a tertulias literarias y políticas.

Mercedes recibe una educación clásica: clases de piano, de francés, de inglés, de comercio… Muy pronto se interesa a la corriente reformista de la Barcelona de los años treinta y afirma su personalidad y su deseo de emancipación.

“…A los 16 años, en contra de la familia, me puse a trabajar en un laboratorio cinematográfico. Fue un terremoto… Estaba bien que trabajasen las chicas pobres, pero no yo”. (Entrevista “El Noticiero Universal”, 22/11/1980).

Mercedes trabaja como auxiliar de contabilidad y mecanografía en los años 1930/31 y parte de 1932 en “Películas Cinematográficas Huguet” en la calle Provenza, número 292 en Barcelona. Compatibiliza este trabajo con el de dáctilo-mecanógrafa en el Consulado de Chile en Barcelona, donde trabaja hasta diciembre de1936. En este mismo Consulado, Mercedes trabaja como secretaria de Pablo Neruda, siendo éste Cónsul de Chile en Barcelona. En febrero de 1935, Pablo Neruda es nombrado cónsul en Madrid en sustitución de Gabriela Mistral.

El 14 de abril de 1931, día de la proclamación de la IIª República será una fecha inolvidable para Mercedes que la marcará a lo largo de su vida. Vive con intensidad esas jornadas eufóricas por las calles de Barcelona.

A la vez, Mercedes es tesorera del “Club Femeni i d’Esports”, primera entidad deportiva catalana, fundada en 1928 y compuesta exclusivamente de mujeres. Al mismo tiempo forma parte de un equipo de remo. Esta actividad la llevará años más tarde a participar en la organización de las Olimpiadas Populares, contra-convocatoria de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. Estas Olimpiadas se verían truncadas por el golpe militar de julio de 1936.

También, durante el año 1934, Mercedes se afilia al “Ateneu Enciclopedic Popular”, entidad de carácter educativo y pedagógico, creada en 1902, considerada en su época como progresista, en el seno de la cual se imparten conferencias sobre literatura y política. Años más tarde, Mercedes confesaría que su padre condenaba este compromiso, calificando con desprecio el Ateneu de “nido de pistoleros”.

Se afilia también a “Amics del Sol”, asociación agrupando actividades relacionadas con la naturaleza, junto a los cuales participa en numerosas excursiones a los Pirineos. Años más tarde, esto le será muy útil cuando tenga que atravesar los Pirineos para huir hacia Francia.

Reafirma su compromiso social y político, afiliándose a las “Juventudes Socialistas Unificadas” (JSU). Más adelante, dará un salto cualitativo afiliándose al PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña). Mercedes justifica su evolución de los movimientos libertarios del Ateneu hacia el comunismo del PSUC, refiriéndose al contexto político.

“Como todos los jóvenes de los años 30, seguía apasionadamente las incidencias de aquella época, tan fértil en acontecimientos políticos. Mis simpatías iban hacia la República, pero jamás se tradujeron en actos concretos. Hasta el último minuto, sonreí con incredulidad, cuando alguien iniciaba la sospecha de que se preparara una sublevación (…) Más, lo que creía absurdo, se convirtió en realidad. Los primeros tiros en las calles de mi ciudad dieron al traste con mi existencia apacible. Ya no se podía ser neutral”. (Cárcel de Ventas, Mercedes Núñez, 1967).

Al estallar la guerra, Mercedes ejerce labores burocráticas en la sede del Comité Central del PSUC, sito en la “Casa Milà” (La Pedrera), donde se encuentran también las oficinas de la UGT (Unión General de Trabajadores).

A finales de enero de 1939, al evacuarse Cataluña, la dirección del Partido Comunista le encomienda reorganizar el PC en La Coruña, en Galicia. Llega en marzo de 1939, hospedándose en la calle Emilia Pardo Bazán, número 28-4° de la ciudad herculina. Trabaja de taquimecanógrafa para el Agente Comercial Carlos Canel, de marzo a noviembre de 1939.

Lo que Mercedes ignora es que está vigilada de cerca por agentes de la Dirección General de Seguridad, venidos especialmente de Madrid, aguardando el momento más oportuno para detenerla.

El 10 de noviembre de 1939 es detenida en la ciudad herculina. Los agentes proceden a un minucioso registro en la pensión donde se aloja entonces Mercedes, en la calle Alfredo Vilas, número 26-2°. Las pruebas “acusadoras” mencionadas en el expediente del Consejo de Guerra consisten en: un tintero, un frasco de tinta simpática (invisible), algunos cuadernos en blanco, así como unos sobres. Es trasladada a la prisión de mujeres de Betanzos, donde la aíslan en una celda, siendo llevada a continuación a la prisión provincial de La Coruña. En su libro “Cárcel de Ventas”, cuenta como su celda estaba iluminada por el faro de la Torre de Hércules.

El día 6 de marzo de 1940 es trasladada a la prisión de Ventas en Madrid. En aquel entonces la dirección de la prisión era asumida por Vidal de las Pozas.

“Ventas”, había sido una prisión modelo concebida bajo la IIª República, teniendo como objetivo la humanización del sistema carcelario. El proyecto fue auspiciado por la abogada y diputada Victoria Kent, al frente de la Dirección General de Prisiones de abril de 1931 a junio de 1932. La prisión fue inaugurada en 1933. Bajo la dictadura franquista, “Ventas” se convierte en un almacén de reclusas. Millares de presas son hacinadas en condiciones infrahumanas. Siendo la capacidad originaria de 500 presas, llegó a albergar más de 6.000 reclusas. Entre esas reclusas se encuentran las mujeres que eran personal directivo de la prisión bajo la República. La mayor parte de ellas son condenadas a muerte. Cuando Mercedes llega a Ventas, las detenidas están todavía bajo el impacto emocional debido al fusilamiento de las “trece rosas”, trece menores de edad condenadas en un juicio sumarísimo y fusiladas el 5 de agosto de 1939, siendo la directora de la cárcel la religiosa Carmen Castro.

“Al final del pasillo de la galería de incomunicadas desemboco en el universo extraordinario que es la cárcel de Ventas en este año de gracia de 1940. Una cantidad importante de mujeres, pálidas, con caras de hambre, algunas de ellas vestidas con trozos de manta y de tela de colchón, se encuentran hacinadas en los pasillos, en las escaleras, en los propios retretes, todo ello invadido por una multitud de colchones enrollados, maletas, botijos, talegos, platos de estaño…” (Cárcel de Ventas, Mercedes Núñez, 1967).

Todos los días, al amanecer, las prisioneras son despertadas por los fusilamientos en las tapias del Cementerio del Este cercano y pueden contar los fusilados por el número de tiros de gracia.

Cuando Mercedes ingresa en “Ventas”, es aún católica practicante y comunista a la vez. En esa misma prisión pierde la fe debido al trato recibido de sus carceleras, las monjas de la Congregación “Hijas del Buen Pastor”, de siniestra fama.

El 25 de octubre de 1940, tiene lugar en Madrid, en las Salesas, el Consejo de Guerra sumarísimo, número 57634/1229 (Causa 57634, legajo 4031). El expediente consta de 4.826 folios, encausando a 120 personas detenidas como resultado de una amplia operación policial en todo el norte de España: Pamplona, Bilbao, San Sebastián, Santander, Gijón, Oviedo y La Coruña, desarticulando así el aparato del PCE en el Norte.
La sentencia presentada el día siguiente dicta diez penas de muerte. Entre las mujeres, dos son condenadas a penas de 20 años, dos a penas de dieciséis años, diez a penas de doce años y un día y ocho absueltas.

Mercedes es condenada a una pena de doce años y un día por “auxilio a la rebelión”, mientras que ella pensaba que los rebeldes eran ellos.

La Dirección General de Seguridad en Madrid, maneja un organigrama completo de la organización norte que la sitúa como “responsable del PC” en La Coruña. He aquí el párrafo del acta de acusación que sirvió para fusilar a diez personas y condenar las otras a penas de prisión:

“Resultando que de la instrucción sumarial, se deduce la peligrosidad y delincuencia política de algunos de los encartados, de formación intelectual torpe, sin ideales fijos, animados tan solo por el odio, la envidia contra el poderoso al que creen privilegiado y sostenedor de un orden social injusto, porque ellos nacieron en cunas proletarias y no supieron o no pudieron vivir con desenvoltura para satisfacer materialmente sus necesidades, frivolidades y vicios…”

En la prisión Mercedes, que tiene facilidad para el dibujo, realiza retratos de sus compañeras de cautiverio que los envían a sus familias.

Es puesta en libertad provisional el día 21 de enero de 1942, teniendo que presentarse ante la autoridad judicial los días quince y treinta de cada mes. Obtiene la autorización para fijar su residencia en Barcelona, Rambla de las Flores, número 8. Está pendiente de otro juicio con la acusación de pertenecer al SRI (Socorro Rojo Internacional) y a organizaciones marxistas.

En su despedida de sus compañeras, una de ellas al darle un abrazo le dice: “Explica a los de la calle lo que has visto aquí (…) Que los de la calle sepan”. (Cárcel de Ventas, Mercedes Núñez, 1967).

En Barcelona, aprovecha para tomar contacto con las personas que le facilitarán su huida clandestina. En julio de 1942, con la ayuda de dos amigos catalanes, Pere Busquets y Carles Balagué, cruza los Pirineos hacia Francia bajo la falsa identidad de Francisca Colomer, esposa Puig.

Pensando encontrar la libertad, es detenida por la policía francesa en la localidad de Saillagouse, pueblo de la Cerdaña francesa, situado a 1.317 m de altitud en los Pirineos Orientales, el día 7 de septiembre de 1942. Es encarcelada en la prisión de Perpignan, bajo la acusación de “paso clandestino de la frontera” y condenada a un mes de prisión (“Registre d’écrou de la Maison d’Arrêt de Perpignan, numéro 2289”). Excarcelada el 8 de octubre de 1942, es internada en el campo de Argelès. En aquel entonces ya no es campo de concentración, pero aún perduran los vestigios del campo donde estuvieron encerrados sus compatriotas en condiciones indignas. Mercedes no alcanza a entender la actitud que tuvo el gobierno de la república francesa con sus hermanos republicanos españoles en el curso del exilio de febrero de 1939.

Mientras tanto en Barcelona, se dicta una orden de búsqueda y captura contra ella, publicada en el Boletín Oficial de la provincia el día 14 de octubre de 1942, donde se puede leer: “Se trata de un elemento activo de izquierdas que ha tenido importantes responsabilidades en la causa roja”.

En Francia, la situación presente está clara: no hay nada que esperar del nuevo estado colaboracionista francés del mariscal Pétain, que ha reconocido el régimen dictatorial de Franco. Para Mercedes la única posibilidad de salida del campo es encontrar un patrón que le proponga trabajo. Se presenta la ocasión cuando se busca una persona cualificada para cuidar cerdos. Mercedes dice tener experiencia. Así es como puede salir del campo el día 23 de noviembre de 1942 y trabajar en el castillo Villerambert Julien en Caunes Minervois (departamento de l’Aude).

En enero de 1943, encuentra trabajo como cocinera en las cocinas del estado mayor de las fuerzas de ocupación nazis en Carcassonne. Se incorpora rápidamente en la Resistencia francesa, formando parte activa de la 5ª Agrupación de Guerrilleros Españoles del Departamento de l’Aude como enlace junto a Rafaela Soro bajo el pseudónimo de “Paquita Colomer”. Más tarde, obtendrá el rango de sargento de los F.T.P.F. (Francs Tireurs et Partisans de France).

“…Entre las muchas cosas que tuve que hacer en Francia durante la ocupación, una fue suministrar información sobre el cuartel general de la región que los alemanes habían establecido en Carcassonne, donde trabajaba de cocinera…” (Entrevista “Faro de Vigo”, 1977).

“…Yo vivía legalmente en Carcassonne, con documentación falsa, y era enlace con un grupo de guerrilleros. Eran leñadores: grupos de cuarenta, veinte de los cuales eran legales y mientras éstos hacían carbón, los otros veinte hacían las acciones…” (Entrevista “Mundo Diario”, 16/11/1980).

“…Mi casa, en el número 20 de la rue Fabre d’Églantine, estuvo abierta a los guerrilleros. Era una casa virgen, desconocida incluso de la mayor parte de mis camaradas, que se utilizaba en situaciones excepcionales…” (Entrevista “Faro de Vigo, 1977).

En Carcassonne se reencuentra con un amigo de Barcelona, el reportero gráfico Agustí Centelles. Ambos colaboran en la falsificación de documentos para los guerrilleros.
El día 25 de mayo de 1944, Mercedes y once compañeros de su agrupación guerrillera son detenidos. Entre ellos, Gabriel Mascaró, Pedro Torrades, Antonio Mari Font, Vicente Miralles, Pedro Almagro, Francisco Rovira, Antonio Rodríguez, Soriano, Juan López…, Miguel Amantegui, el cual conseguirá huir, aprovechando la confusión generada por el bombardeo del tren que los conduce hacia los campos de concentración nazis.

Al ser detenida, había sido sometida a un violento interrogatorio en la sede de la SD-Gestapo en el número 67 de la route de Toulouse en Carcassonne por parte de René Bach, un joven intérprete alsaciano de 23 años al servicio de la Gestapo, conocido por su actuación en la “Haute Vallée”, llegando a disparar a bocajarro sobre el guerrillero Ballester, matándolo, y ejecutando a sangre fría otros resistentes como el hijo Cathala.

Mercedes es detenida y enviada a deportación bajo su falsa identidad de Francisca Colomer, esposa Puig (datos contrastados por ITS (International Tracing Services) del KL Buchenwald, depositario de los archivos del kommando HASAG de Leipzig-Schönefeld).
Durante el trayecto, los hombres son conducidos al campo de Royallieu (Frontstalag 122) en Compiègne, las mujeres al “Fort de Romainville”, donde Mercedes conoce a Constanza Martínez, militante del PSUC como ella.

El día 14 de junio de 1944, Mercedes y sus compañeras de infortunio son conducidas en tren en condiciones infrahumanas hacia los campos de concentración nazis. Llegan primero a Sarrebruck.

“… Fuimos conducidas, primero a Sarrebruck; desde allí nos llevaron a Ravensbrück… En los cinco días que duró el viaje, sólo nos dieron un poco de pan y una tinaja para hacer nuestras necesidades… Como único contacto con el exterior, un ventanuco protegido por alambradas… Íbamos cincuenta y tres mujeres encerradas en un vagón de transporte de caballos. No sucumbimos de milagro”. (Entrevista “El Periódico”, 21/11/1980).
La llegada al campo de Ravensbrück tiene lugar el 25 de junio de 1944.

“Cuando llegamos a la estación de Furstenberg nos hicieron recorrer a pie varios kilómetros hasta el campo. Por el camino vimos casitas con jardín donde había niños jugando alegremente entre las flores. Aquella dulce escena despertó en nosotras nuestro corazón de mujer. Más, ¡qué terrible ironía! Los niños eran los niños de nuestros guardianes; las flores que admirábamos debían su esplendor al hecho de que las tierras eran abonadas con cenizas de los prisioneros calcinados en los crematorios. Cuando llegamos creí desfallecer. Los SS nos esperaban con palos y perros. Aquello parecía el Apocalipsis” (Entrevista “El Periódico”, 21/11/1980).

“…Al llegar al campo nos ponen en cuarentena, encerradas en una barraca; así van a poder hacer la selección… nos van a someter a diversas pruebas para determinar las que son aptas para trabajar y las que no. Eso quiere decir que éstas últimas son aptas para el “gas”…, las viejas, las enfermas., van a ser apartadas y liquidadas”…

“… Mirad – señala una mujer -. Allí están las cocinas. ¿No veis el humo de la chimenea?
Era el crematorio”. (Entrevista “Montserrat Minobis”, nov. 1980).

A partir de este momento Mercedes no es más que un número: el 43225, entre las 140.000 mujeres del campo, de las cuales un centenar son republicanas españolas. Permanecerá allí cuarenta días, conociendo a compañeras como Neus Catalá, Geneviève Anthonioz- De Gaulle, Lise London…

Luego será enviada al “Kommando” HASAG, cerca de Leipzig, con el número de matrícula 4068. Entre las seis mil mujeres del kommando están ocho españolas que se ayudan y se apoyan: Constanza Martínez Prieto, Carme Boatell, Mercedes Bernal, Marita, Elisa Ruiz, María Ferrer, llamada Contxita, María Benitez Luque y Mercedes Núñez Targa, llamada Paquita.

En este kommando Mercedes participa junto a otras compañeras en acciones de sabotaje que hacen inservibles los obuses que fabrican.

“Realmente, cuando llegamos al campo, nos dimos cuenta que era imposible hacer algo allí, una vez llevadas a trabajar a la fábrica, sí que podíamos intentar alguna cosa. Y realmente vamos a decidir que perdidas por perdidas, intentaríamos hacer sabotajes con los obuses debido a la falta de control, a pesar de la presencia de los SS y de los obreros alemanes. Hicimos que se perdieran muchos obuses…” (Entrevista “Montserrat Minobis”, nov. 1980).

Se identifica a las deportadas por un número cosido en el traje de rayas que llevan puesto, así como por un triangulo de color diferente según la clasificación de la prisionera. Para las “políticas” como Mercedes, es rojo. Es amarillo para las judías, azul para las apátridas (color también llevado por numerosos deportados españoles de Mauthausen), etc.…

“ Desde mi punto de vista y a pesar de que pasábamos hambre, vivíamos con el temor constante de ir a parar al “gas”, de los maltratos…, pero a mí, lo que más me ofendía, lo que más me quedó grabado en la memoria, fue sin duda lo que ellos llamaban el “appell”… Consistía en que te hacían formar en hileras en el patio del campo a la intemperie, en posición de firmes sin mover nada, ni la cabeza, ni las manos, ni los pies, nada… formar impecables líneas rectas y no moverse por nada… Era un castigo evidentemente y un recuento para ver si faltaba alguna… (como si pudiese faltar…) Era, para mí, una humillación, un intento más de destrucción de la persona… te obligaban a permanecer impasible, inmóvil aunque la compañera de tu lado se cayese y la estuvieran apaleando… y una no podía hacer absolutamente nada…, te hacían sentir cobarde, te habían destruido… Y pasaba cada día, durante un par de horas…” (Entrevista” Montserrat Minobis”, nov. 1980).

Es liberada el día 14 de abril de 1945 por las tropas aliadas americanas de la 2ª División de Infantería. Ese mismo día había sido anotada para un “transporte” a la cámara de gas. Mercedes se encontraba en el “revier” (enfermería) del campo de Leipzig – Schönefeld con escarlatina y tuberculosis.

“El día de mi liberación no sé lo que hice. No puedo recordarlo. Fue tal el choque. Hubo mujeres que se murieron aquel mismo día, que no se podían mover y estaban agonizando en la cama y que se pusieron de pie al oír la noticia. Era una cosa de locura. Fue una alegría inmensa. Lo que si recuerdo es que mis compañeras españolas que fueron evacuadas me habían confeccionado una banderita republicana. Era el 13 de abril aquel día. Me dijeron mis compañeras: “Mira, si mañana 14 de abril eres liberada, te la pones”. Yo cogí y me la puse. Es el único dato concreto que recuerdo de aquel día de mi liberación. Lo demás es un poco difuso. Anduve, salté, corrí…” (Entrevista TVE – Catalunya, marzo 1986).

Más adelante las deportadas son repatriadas hacia sus países de origen excepto las españolas que nadie reclama. Franco y su cuñado Serrano Suñer, ministro de asuntos exteriores, las consideran como apátridas. Al final Mercedes con algunas de sus compañeras son repatriadas hacia Francia el día 24 de mayo de 1945.

El 27 de julio de 1945, estando ella ingresada en el Hospital Bichat de Paris, se desplaza en tren hospital hacia Carcassonne para participar como uno de los veintisiete testigos por la parte acusadora en el juicio seguido contra René Bach, su torturador de la Gestapo. Éste será condenado a muerte y fusilado en septiembre del mismo año.

Meses más tarde, encontrándose Mercedes en el centro de convalecencia de Meillon (Bajos Pirineos), dependiendo del “Unitarian Service Comitte” (antena del Hospital Varsovia de Toulouse), conoce a Medardo Iglesias Martín, ex capitán republicano de la Guardia de Asalto en Madrid, el cual había sido internado en los campos de África del Norte después de un largo periplo en el barco Stanbrook, que lo llevó del puerto de Alicante el 28 de marzo de 1939 junto a 2.835 personas hasta Orán.

En septiembre de 1947 se irán los dos a vivir a Drancy, población de las afueras de París. Su casa será lugar de encuentro de numerosos militantes clandestinos, represaliados e intelectuales.

“El exilio, sólo sabe lo que es él que lo ha vivido…, el exilio no es demasiado romántico…, es muy prosaico, muy duro…, demasiado. Y no solamente es quedar separado de la familia, del país, que ya es muy duro, sino que incluso nos hemos encontrado en que no hemos asimilado la cultura en que hemos tenido que ir a parar y hemos perdido, a la vez, la nuestra”. (Entrevista “Montserrat Minobis”, nov. 1980).

“… Pasamos años con las maletas hechas, esperando el regreso a España de un momento a otro…” (Entrevista “Faro de Vigo”, 1977).

A pesar de la opinión desfavorable de los médicos, tendrá un hijo en 1949. Mercedes padece secuelas importantes consecutivas a su internamiento y deportación. A consecuencia de ello le extirparán un pulmón en 1959.

El gobierno francés concede a Mercedes la “Légion d’Honneur” (máxima condecoración civil francesa) en 1959, así como la Medalla Militar (máxima condecoración militar francesa), la Cruz del Combatiente Voluntario de la Resistencia, la Medalla de la Deportación e Internamiento por hechos de Resistencia, la Cruz de Guerra 1939-1945 y la Cruz del Combatiente.

Recién instalada en París, vuelve a su actividad militante: primero en el Movimiento de la Paz y la”Union des Femmes Françaises”, luego atiende una consulta sindical en la CGT para asesorar a los emigrantes españoles. Participa en numerosos congresos sobre la deportación ofreciendo su testimonio en distintos países como Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Polonia, Checoslovaquia, Gran Bretaña… Colabora en diversas publicaciones francesas y españolas tales como “Antoinette”, “Heures Claires”, “Le Patriote Résistant”, “L’Humanité”, “Mujeres Antifascistas Españolas”, “Libertad”, Libertad Para España”, “Información Española”, “Nova Galicia”, “Mundo Obrero”, “Treball”, “Nuestra Bandera”… Coordina durante unos años un programa radiofónico en “Radio España Independiente, estación pirenaica”: “De Ribadeo a Tuy”.

Debido a la represión franquista en contra de los exilados, Mercedes no firma sus artículos o utiliza seudónimos: Andrea Docaño (Andrea, siendo el nombre de su abuela paterna y “O Caño” la cuna de su familia paterna de Bergondo en Galicia), María Rosa Codesido (nombre de una prima suya y de su domicilio en Bergondo) y Anita Dámaso o A.D. (mismas iniciales que Andrea Docaño).

Para cumplir su promesa hecha ante sus compañeras de cautiverio en la prisión de Ventas el día de su puesta en libertad provisional, Mercedes escribe a partir de los años 50 “Cárcel de Ventas” publicado en París en 1967 con prólogo del poeta Marcos Ana (encarcelado 23 años en distintas prisiones franquistas). Mercedes lo había apadrinado durante su cautiverio.

En 1968, participa activamente a la creación del Partido Comunista de Galicia junto a dirigentes como Santiago Álvarez, Enrique Lister y otros, formando parte de su primer Comité Central.

A finales de los años 60, Mercedes empieza a escribir su testimonio de resistente y deportada, al que da por título “Candidata al crematorio”, publicado en catalán en 1980 bajo el título de “El carretó dels gossos”.

En 1975, a la muerte del dictador, Mercedes y Medardo vuelven a España para continuar con su militancia y preparar las primeras elecciones democráticas de 1977.

Paralelamente da conferencias en los colegios e Institutos de Galicia y Cataluña, presentando el documental de Alain Resnais, “Noche y Niebla”. Participa en varias charlas y debates radiofónicos y televisados. También aporta su testimonio en la prensa escrita.
En 1983, Mercedes es nombrada delegada en Galicia de la “Amical de Mauthausen y otros campos” con sede en Barcelona. Su tarea consistió principalmente en elaborar un censo de más de 200 gallegos muertos en los campos de concentración nazis.

A la pregunta de un periodista sobre lo que es la libertad para ella, Mercedes contesta:

“Mi libertad es un mundo de justicia, donde todo el mundo pueda vivir, donde no haya guerras, donde no se cometan injusticias, donde nadie pase hambre. Eso, para mí, es la libertad”. (Entrevista TVE – Catalunya, marzo 1986).

Mercedes Núñez fallece en Vigo (Galicia) el día 4 de agosto de 1986.

En el año 2005, “A Nosa Terra” publica “Cárcere de Ventas”, traducción al gallego de “Cárcel de Ventas”, con prólogo de Carme Vidal y traducción de Carlos Arias y Sira Vidal.
El mismo año se publica la segunda edición de “El carretó dels gossos” con prólogo de su hijo Pablo Iglesias.

En el año 2008, “Edicions Cossetania” publica “La presó de Ventas”, con prólogo y traducción de Agnès Toda i Bonet, traducción al catalán de “Cárcel de Ventas”.
El día 7 de febrero de 2009, el Ayuntamiento de Vigo le rinde homenaje, inaugurando una calle a su nombre en el barrio de Pardaiñas-Rocío (Bouzas-Coia).

En diciembre 2011, la Editorial Renacimiento de Sevilla publica “Destinada al crematorio”, traducción al castellano de “El carretó dels gossos” con prólogo del catedrático Xesús Alonso Montero y traducción de Ana Bonet Solé y Pablo Iglesias Núñez.

En noviembre 2012, la misma editorial publica “La valeur de la mémoire”, traducción al francés de “El carretó dels gossos” con prólogo del catedrático Jean Ortiz y traducción de Ana Bonet Solé.