EL BOXEADOR, EL ZAPATERO Y EL DIBUJANTE DE MAUTHAUSEN

EL PAIS SEMAExif_JPEG_PICTURENAL El talento me salvó de Mauthausen  (Montserrat Llor)

Un boxeador, un dibujante y un Zapatero. Tres oficios muy distintos para tres hombres muy parecidos unidos por nexo común: sobrevivieron en los campos nazis durante la Segunda Guerra Mundial gracias a su astucia, por utilizar sus habilidades artísticas y captar la atención de sus captores, los nazis.

Son tres personajes de entre los más de 10.000 españoles que fueron deportados por diversos motivos y son tres de los 20 restantes que conocí en sus casas de Francia. Al igual que ellos, el resto, hombres y mujeres, deportados en los campos nazis de Mauthausen, Gusen, Ebensee, Dora-Mittelbau, Buchenwald, Auschwitz Monowitz, Bergen Belsen, Natzweiler-Struthof y Ravensbrück abrieron sus puertas de par en par, mostraron fotos antiguas, documentos y textos.

Paulino, boxeador campo nazi 3Segundo Espallargas –alias “Paulino”- fue boxeador en el campo de Mauthausen, donde trabajó duramente en la cantera y, más tarde, en las cocinas. Los fines de semana los nazis montaban un cuadrilátero y “paulino” debía boxear en aquel cruento ring. No solo eso, también debía permanecer imbatido. Lo consiguió. Era ganar o morir en la cámara de gas. A sus 92 años residía en las afueras de París. Fue cuando le visité.
Manuel Alfonso Ortells es el dibujante. Compartió barracón, también en Mauthausen, con otros españoles de entre los cuales cabe recordar Eduardo Muñoz, “Lalo”, amigo y protegido de Picasso. Le salvó la vida el hecho de entrar en el Bureau de planos y delineantes del campo. Era uno de los denominados prominentes. Con 96 años reside en Burdeos donde mostró uno de sus mejores tesoros: una fantástica carpeta repleta de dibujos realizados con papel del campo. Francisco Bernal, zapatero del campo nazi 3

Francisco Bernal era zapatero de profesión. Tener buenas manos para el calzado y hacer botas de buena calidad y resistencia le valió el respeto de los Kapos y SS de Mauthausen y Ebensee, campos en los que fue preso. Ingenioso, luchador y solidario, contó en su casa de París situaciones inverosímiles de su deportación.

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